4 DATOS sobre la
PÉRDIDA AUDITIVA
La pérdida auditiva es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 466 millones de personas sufren de discapacidad auditiva, lo que equivale al 5% de la población mundial. A pesar de ser una condición tan común, hay muchos mitos y malentendidos en torno a la pérdida auditiva.
La pérdida auditiva puede presentarse de manera repentina o gradual. A veces existe una razón médica subyacente, pero en la mayoría de los casos, simplemente se relaciona con la edad o con el resultado de la exposición a ruidos fuertes a lo largo del tiempo.
1. La edad no es el único factor de riesgo
Muchas personas asocian automáticamente la pérdida auditiva con la vejez, pero en realidad existen muchos otros factores que pueden contribuir a su desarrollo. La exposición constante a ruidos fuertes, enfermedades como la diabetes y el uso de ciertos medicamentos también pueden causar pérdida auditiva.
2. La prevención es clave
La mayoría de los casos de pérdida auditiva son prevenibles. Evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes y usar protección auditiva en entornos ruidosos es una forma importante de prevenir daños en los oídos. También es importante cuidar la salud general, ya que ciertas enfermedades pueden causar pérdida auditiva.
3. Existen diferentes
tipos de pérdida auditiva
La pérdida auditiva no se presenta de la misma manera en todas las personas. Algunas pueden tener dificultades para escuchar sonidos suaves, mientras que otras pueden tener dificultades con los sonidos fuertes. También hay distintos tipos de pérdida auditiva, como la conductiva (causada por problemas en el oído medio) y la sensorineural (causada por problemas en el oído interno).
Muchas personas con pérdida auditiva también experimentan tinnitus, que se describe como un zumbido o pitido constante en los oídos.
4. No siempre es
perceptible a simple vista
A menudo, la pérdida auditiva no es visible para los demás, lo que puede llevar a malentendidos y frustraciones en las relaciones personales. Algunas personas pueden tener dificultades para escuchar en ambientes ruidosos o hablar por teléfono, pero no parece que tengan problemas de audición.